Fuente: artículo legionella Portal de Salud de la Comunidad de Madrid
La Legionella es una bacteria ambiental, ya que su nicho natural son las aguas superficiales como lagos, ríos, estanques, aguas termales. Desde estos reservorios naturales la bacteria pasa a colonizar diversos sistemas de agua artificiales como son los abastecimientos de agua de las ciudades, a través de los cuales se incorpora a instalaciones en las que además de multiplicarse se pueden generar aerosoles, como las torres de refrigeración, vasos de hidromasaje, etc.
La legionelosis es una enfermedad causada por la Legionella pneumophila y otras del mismo género que se manifiesta en dos formas clínicas: una neumonía que puede ser grave y requerir hospitalización, denominada Enfermedad del Legionario y un cuadro gripal, de carácter leve, conocido como Fiebre de Pontiac.
La Legionella es ubicua y se puede encontrar, en pequeñas concentraciones, en aguas superficiales de ríos, lagos, etc., desde donde puede llegar a la red de distribución de agua e incorporarse a dispositivos de riesgo como las torres de refrigeración y condensadores evaporativos, etc.
En estas instalaciones, si están mal diseñadas, sin mantenimiento o este es inadecuado, la Legionella encuentra condiciones idóneas de temperatura (20-45 ºC) y nutrientes para su multiplicación hasta concentraciones infectivas para el ser humano. Si en la instalación existe algún sistema productor de aerosoles, la bacteria puede dispersarse en el aire incluida en pequeñas gotas de agua (aerosoles) y, de esta forma, puede penetrar por inhalación en el aparato respiratorio de las personas.
Las instalaciones que más frecuentemente se encuentran contaminadas con Legionella y han sido identificadas como fuentes de infección son los sistemas de agua sanitaria, caliente y fría; las torres de refrigeración y condensadores evaporativos; los spas y jacuzzis.
Otras instalaciones con riesgo de proliferación de Legionella son las fuentes ornamentales, los humidificadores, los sistemas de pulverización y de nebulización de agua al ambiente.
Con el objetivo de minimizar el riesgo asociado a estos sistemas que utilizan agua en su funcionamiento y producen aerosoles, el Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, establece los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis, basados en la implantación de programas de mantenimiento higiénico-sanitario.
Para profundizar en el conocimiento de los diferentes sistemas de riesgo frente a Legionella, así como en las medidas preventivas a aplicar en su mantenimiento, consultar: Manual para la prevención de la legionelosis en instalaciones de riesgo, publicado por la Comunidad de Madrid y/o Guía técnica para la Prevención y Control de la Legionelosis en instalaciones, del Ministerio de Sanidad.
b>Las empresas que realicen los tratamientos de mantenimiento sanitario frente a Legionella deberán estar registradas para esta actividad en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas.
El Responsable Técnico de estas empresas deberá elaborar el diagnostico de situación y el programa de mantenimiento higiénico-sanitario de la instalación y será quien supervise las tareas realizadas, en aplicación del Real Decreto 830/2010, de 25 de junio, por el que se establece la normativa reguladora de la capacitación para realizar tratamientos con biocidas.
Por otra parte, el personal que realiza operaciones de mantenimiento higiénico-sanitario en instalaciones de riesgo de legionelosis debe realizar un curso de formación.
La autoridad sanitaria de la Comunidad de Madrid programa anualmente inspecciones periódicas dentro del marco del Plan Integral de Inspección, programa inspecciones periódicas, con objeto de verificar el cumplimiento de la normativa aplicable, tanto por los titulares de las instalaciones como por las empresas de mantenimiento higiénico-sanitario.